domingo, 16 de febrero de 2014

SOBRE LA CONCIENCIA


Una persona verdaderamente consciente es alguien que sabe que es la causa y no el efecto en la vida. En términos prácticos, esto significa que nadie puede hacernos nada, puesto que nosotros creamos nuestra realidad a través de nuestras creencias, pensamientos, palabras y acciones, ya sean de esta vida o de una previa. Aunque nos esforcemos para ser seres humanos espirituales y conscientes que comparten, nuestra incapacidad para perdonar a los demás, o a nosotros mismos, va en contra de las leyes del universo.


Cuando nos aferramos al enojo, el resentimiento, el reproche y la culpabilidad, estamos ignorando una lección importante: la esencia del perdón radica en entender que en realidad no hay nada que perdonar. Nadie nos ha lastimado ni puede lastimarnos nunca. Todo lo negativo que hay en nuestra vida es un efecto de una semilla negativa que plantamos. La única forma de eliminar las semillas antes de que se enraícen es mirarlas, dejar ir y confiar en la Luz, ¿te acuerdas de la Luz?


Esto no significa que debamos tumbarnos y permitir que nos pisoteen, que nos utilicen y que nos desechen. Al contrario, cuando traemos Luz a nuestras acciones, nos volvemos muy eficientes. Pero debemos soltar el pasado. Dejar atrás las quejas. Cuando estamos estancados en lo que nos sucedió, nos volvemos resentidos, infelices y pesimistas. 
Piensa en las personas felices y sanas que conoces: lo más probable es que sean aquellas que están enamoradas de la vida, porque saben como liberarse del pasado, seguir avanzando y vivir en el momento.

Suelta cualquier sentimiento negativo y todos los resentimientos fuertes que albergas contra otras personas, ya que están bloqueando las grandes bendiciones que están intentando llegar hasta ti. 


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