Si abrieran esa parte de
su corazón que tienen la capacidad de abrir y dijeran “Quisiera sentir algo,
tal vez quisiera alguna validación dentro de mí de que esto es correcto”
empezarían a sentir los escalofríos que sólo se sienten cuando uno sabe que se
está revelando la verdad.
Y la Verdad es: Te
conozco; conozco tus vidas, sé por lo que estás pasando, alma vieja, te
conozco. Hemos hecho mucho juntos; no ves mi rostro ni mi nombre, estoy contigo
todo el tiempo. Y cuando yo digo “Yo” quiero decir la comitiva, que son
billones que saben quién eres, que te acompañan en los momentos más difíciles,
a través de las lágrimas, de las penas, celebrando los momentos en que eliges
brindar por la victoria. Y a veces la victoria es la salud, y a veces son las
soluciones para problemas que has tenido durante toda una vida. ¡Sabemos quién eres! ¡Nunca estás solo!
Puede que vayas a algún
lugar y conozcas a la persona adecuada que sabe de alguien que justamente tiene
la información correcta y resulta que obtienes exactamente lo que buscabas. Esto
es la sincronicidad y a los humanos les parece extraordinario porque
los humanos en general
utilizan la estructura de planear por adelantado. Y creen que es la única forma
de lograr las cosas. Y en ese dilema incluso mencionan el pensamiento positivo.
Pero eso aún es planear de manera lineal para llegar a una meta. Y sin que
importe la clase de proceso que hayas estudiado que te lleve de A a B, tiene
que haber una meta. Y en algunos casos, pegas la meta en el refrigerador para
verla todos los días. Ése es el Ser Humano lineal. ¿Y si yo te dijera que hay
un proceso que no es lineal, que no tiene meta alguna? Ninguna meta lineal,
pero sí conceptual. Una meta conceptual que dice:
“Querido Dios, colócame
en el lugar correcto. No sé cuál es. Querido Dios, cuando lo hagas, ayúdame a
que sea cómodo para mí, permíteme encontrarle sentido. Hazlo fácil. Tráeme las
situaciones correctas para que me lleven allí.”
Esto despierta la poderosa sincronicidad
Es normal para ustedes
fijarse objetivos. “Quiero escribir un libro”, “Quiero crear una técnica de
sanación”, “Quiero tener esto”, “Quiero tener aquello.”
La primera pregunta que tengo para
hacerles es: ¿Estará bien si no es lo que pensaban? ¿Estará bien si es mejor?
¿Estará bien si se adecua a la tarea para la cual vinieron y a los talentos que
tienen y tal vez ni siquiera han notado?
Están aquí porque alguien
les mostró algo que los hizo cambiar. Los hizo mirar. No les dio una doctrina ¡Los
hizo mirar! ¿Pueden ponerle precio a eso? Los hizo mirar en un lugar que les
dijo que están construidos divinamente. Que su biología puede contener algo más
grande. Algo Innato que es inteligente y sabe quién soy, que trabaja conmigo
cuando se lo pido, una consciencia dentro de una consciencia que me conectará
con la sincronicidad.
La majestuosidad del Ser Humano
Eres parte de la sopa que
es Dios, y esa parte mira hacia abajo hacia ti y está siempre disponible.
¡Siempre está disponible! Observa todo, todo el tiempo, sabe quién eres, sabe
todo sobre ti porque es parte de ti. Emite información para ti que recibes a
través del pensamiento intuitivo. Cada Ser Humano del planeta lo tiene! Porque
cada Ser Humano es parte del todo,
Sin embargo ¿qué sucede
si hay una radiodifusión y el noventa por ciento de la gente no tiene radio? No
la reciben. La emisión aún está allí, con su nombre en ella. Ellos no tienen
una radio porque no lo creen, no se orientan a ello, no lo invitan.
Dios los conoce y nunca
los llevaría a un lugar por razones benévolas y hermosas.
El proceso de la
sincronicidad se guía por el pensamiento intuitivo, a través de la inteligencia
innata del cuerpo para estar en el lugar correcto en el momento oportuno y
hablar con las personas adecuadas. No pueden planear eso por adelantado, tienen
que estar sintonizados.
No se trata de que
“creemos que van a suceder cosas”, sino de que vamos a trabajar para ello. Van
a ajustar la sintonía de su pensamiento intuitivo, escucharlo tanto como
puedan, y los pondrá en el lugar correcto en el momento oportuno, No se trata
de negligencia porque se nos pide actuar pero sólo
para dar los primeros pasos, para invitar, entonces el Innato trabaja con
ustedes para afinar la sintonía.
Lo primero es comprender
el proceso y creer en él.
Lo segundo comprender que
la sincronicidad te puede llevar a un lugar que no planeaste. ¿Podemos
aceptarlo?. Saber que tenemos que estar ahí donde nos pone la sincronicidad.
Cuando sientes cómo pasa el amor de Dios por tu cerebro, tu corazón y todas las
células de tu cuerpo dan gracias a Dios por ponerte en el lugar correcto en el
momento oportuno.
Tu meta no se logrará
nunca: siempre estarás en movimiento. Siempre habrá una escalera que subir; en
conocimiento, en conciencia, en energía; cosas nuevas, que vienen
hacia ti siempre, hasta el momento de tu último aliento. Nunca habrás llegado y
eso tampoco te gusta. Quieres llegar a un lugar y decir “¡Lo hice! ¡Pertenezco
aquí y ya no tendré que trabajar tanto nunca más!” Las almas viejas
siempre están trabajando. Tienen que desechar eso. Para eso están aquí.
La sincronicidad puede
ponerte en lugares hermosos; puede salvarte la vida. Te salvará la
vida. Anula todos los atributos kármicos que te han empujado y tironeado desde
siempre. Ella cambia la forma en que las personas piensan de ti, porque tú
cambias. Ella cambia la forma en la que tú piensas de los demás, porque te
lleva a lugares en los que ves quién eres. Reacomoda lo que tú crees, porque
empiezas a ver un refuerzo de la acción que funciona. Y puedes erguirte y
decirle a alguien: “No tengo idea de a dónde estoy yendo” y sentirte orgulloso.
Y tienes más salud que los demás. Y eres más feliz que ellos. Y amas a personas
a las que ellos no aman.
Esto exige trabajo de tu
parte. ¡Lo exige! Tienes que cambiar la manera en que funciona tu cerebro. Y
cambiarte a ese lugar donde, antes de dejar ninguna situación, puedas mirarla
de forma diferente a como la miras ahora y puedas decir: si... lo haré...,
ayúdame con esto.
Tú puedes hacerlo. Todo
lo que tienes que hacer es empujarlo un poco. Se llama sincronicidad, y no es
privativo de ti, alma vieja; es para cualquier Ser Humano que desee conseguir
la radio. La radio es el reconocimiento del Yo Superior y del hecho de que Dios
está en tu interior, una disposición a escuchar de una forma que no existía
antes, a una Fuente amorosa y hermosa que no cambia jamás.
Y así es.
Enhorabuena por tu vida.... en general! :)
ResponderEliminarMe sorprende leer esto hoy que atravieso un momento difícil, donde el sentimiento de derrota me tienta, tienes razón, hay que fijar la atención en donde hay que fijarla,
ResponderEliminarseas quien seas, gracias por recordarme mi valor y mi capacidad, el de cualquier Hijo de Dios :)