lunes, 10 de febrero de 2014

LA SINCRONICIDAD (referente a la charla nº8)


Si abrieran esa parte de su corazón que tienen la capacidad de abrir y dijeran “Quisiera sentir algo, tal vez quisiera alguna validación dentro de mí de que esto es correcto” empezarían a sentir los escalofríos que sólo se sienten cuando uno sabe que se está revelando la verdad. 
Y la Verdad es: Te conozco; conozco tus vidas, sé por lo que estás pasando, alma vieja, te conozco. Hemos hecho mucho juntos; no ves mi rostro ni mi nombre, estoy contigo todo el tiempo. Y cuando yo digo “Yo” quiero decir la comitiva, que son billones que saben quién eres, que te acompañan en los momentos más difíciles, a través de las lágrimas, de las penas, celebrando los momentos en que eliges brindar por la victoria. Y a veces la victoria es la salud, y a veces son las soluciones para problemas que has tenido durante toda una vida. ¡Sabemos quién eres! ¡Nunca estás solo! 

Puede que vayas a algún lugar y conozcas a la persona adecuada que sabe de alguien que justamente tiene la información correcta y resulta que obtienes exactamente lo que buscabas. Esto es la sincronicidad y a los humanos les parece extraordinario porque  
los humanos en general utilizan la estructura de planear por adelantado. Y creen que es la única forma de lograr las cosas. Y en ese dilema incluso mencionan el pensamiento positivo. Pero eso aún es planear de manera lineal para llegar a una meta. Y sin que importe la clase de proceso que hayas estudiado que te lleve de A a B, tiene que haber una meta. Y en algunos casos, pegas la meta en el refrigerador para verla todos los días. Ése es el Ser Humano lineal. ¿Y si yo te dijera que hay un proceso que no es lineal, que no tiene meta alguna? Ninguna meta lineal, pero sí conceptual. Una meta conceptual que dice:

“Querido Dios, colócame en el lugar correcto. No sé cuál es. Querido Dios, cuando lo hagas, ayúdame a que sea cómodo para mí, permíteme encontrarle sentido. Hazlo fácil. Tráeme las situaciones correctas para que me lleven allí.”

Esto despierta la poderosa sincronicidad 

Es normal para ustedes fijarse objetivos. “Quiero escribir un libro”, “Quiero crear una técnica de sanación”, “Quiero tener esto”, “Quiero tener aquello.” 

 La primera pregunta que tengo para hacerles es: ¿Estará bien si no es lo que pensaban? ¿Estará bien si es mejor? ¿Estará bien si se adecua a la tarea para la cual vinieron y a los talentos que tienen y tal vez ni siquiera han notado? 

Están aquí porque alguien les mostró algo que los hizo cambiar. Los hizo mirar. No les dio una doctrina ¡Los hizo mirar! ¿Pueden ponerle precio a eso? Los hizo mirar en un lugar que les dijo que están construidos divinamente. Que su biología puede contener algo más grande. Algo Innato que es inteligente y sabe quién soy, que trabaja conmigo cuando se lo pido, una consciencia dentro de una consciencia que me conectará con la sincronicidad.

La majestuosidad del Ser Humano 

Eres parte de la sopa que es Dios, y esa parte mira hacia abajo hacia ti y está siempre disponible. ¡Siempre está disponible! Observa todo, todo el tiempo, sabe quién eres, sabe todo sobre ti porque es parte de ti. Emite información para ti que recibes a través del pensamiento intuitivo. Cada Ser Humano del planeta lo tiene! Porque cada Ser Humano es parte del todo,
Sin embargo ¿qué sucede si hay una radiodifusión y el noventa por ciento de la gente no tiene radio? No la reciben. La emisión aún está allí, con su nombre en ella. Ellos no tienen una radio porque no lo creen, no se orientan a ello, no lo invitan.

Dios los conoce y nunca los llevaría a un lugar por razones benévolas y hermosas. 

El proceso de la sincronicidad se guía por el pensamiento intuitivo, a través de la inteligencia innata del cuerpo para estar en el lugar correcto en el momento oportuno y hablar con las personas adecuadas. No pueden planear eso por adelantado, tienen que estar sintonizados.

No se trata de que “creemos que van a suceder cosas”, sino de que vamos a trabajar para ello. Van a ajustar la sintonía de su pensamiento intuitivo, escucharlo tanto como puedan, y los pondrá en el lugar correcto en el momento oportuno, No se trata de negligencia porque se nos pide actuar pero sólo para dar los primeros pasos, para invitar, entonces el Innato trabaja con ustedes para afinar la sintonía. 

Lo primero es comprender el proceso y creer en él.
Lo segundo comprender que la sincronicidad te puede llevar a un lugar que no planeaste. ¿Podemos aceptarlo?. Saber que tenemos que estar ahí donde nos pone la sincronicidad. Cuando sientes cómo pasa el amor de Dios por tu cerebro, tu corazón y todas las células de tu cuerpo dan gracias a Dios por ponerte en el lugar correcto en el momento oportuno.

Tu meta no se logrará nunca: siempre estarás en movimiento. Siempre habrá una escalera que subir; en conocimiento, en conciencia, en energía; cosas nuevas, que  vienen hacia ti siempre, hasta el momento de tu último aliento. Nunca habrás llegado y eso tampoco te gusta. Quieres llegar a un lugar y decir “¡Lo hice! ¡Pertenezco aquí y ya no tendré que trabajar tanto nunca más!”  Las almas viejas siempre están trabajando. Tienen que desechar eso. Para eso están aquí. 

La sincronicidad puede ponerte en lugares hermosos; puede salvarte la vida.  Te salvará la vida. Anula todos los atributos kármicos que te han empujado y tironeado desde siempre. Ella cambia la forma en que las personas piensan de ti, porque tú cambias. Ella cambia la forma en la que tú piensas de los demás, porque te lleva a lugares en los que ves quién eres. Reacomoda lo que tú crees, porque empiezas a ver un refuerzo de la acción que funciona. Y puedes erguirte y decirle a alguien: “No tengo idea de a dónde estoy yendo” y sentirte orgulloso. Y tienes más salud que los demás. Y eres más feliz que ellos. Y amas a personas a las que ellos no aman. 

Esto exige trabajo de tu parte. ¡Lo exige! Tienes que cambiar la manera en que funciona tu cerebro. Y cambiarte a ese lugar donde, antes de dejar ninguna situación, puedas mirarla de forma diferente a como la miras ahora y puedas decir: si... lo haré..., ayúdame con esto. 

Tú puedes hacerlo. Todo lo que tienes que hacer es empujarlo un poco. Se llama sincronicidad, y no es privativo de ti, alma vieja; es para cualquier Ser Humano que desee conseguir la radio. La radio es el reconocimiento del Yo Superior y del hecho de que Dios está en tu interior, una disposición a escuchar de una forma que no existía antes, a una Fuente amorosa y hermosa que no cambia jamás.     
Y así es. 


2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu vida.... en general! :)

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  2. Me sorprende leer esto hoy que atravieso un momento difícil, donde el sentimiento de derrota me tienta, tienes razón, hay que fijar la atención en donde hay que fijarla,
    seas quien seas, gracias por recordarme mi valor y mi capacidad, el de cualquier Hijo de Dios :)

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